El autor griego del XIX, Enmanuel Royidis, con su novela La Papisa Juana, vivió la excomunión que él, como buen republicano, asumió con indiferencia y un cierto alivio, y la prohibición de su obra. De familia acomodada (aunque murió pobre), lo que le permitió viajar y adquirir un más que considerable bagaje cultural, de talante republicano, su obra está revestida de un tinte crítico muy explícito. Para la creación de esta novela reunió sus amplísimos conocimientos sobre la edad media y su maestría en el arte de usar la ironía y la sátira, arremetiendo con mordacidad elegante contra la iglesia católica y los artistas más famosos de su época. Poca reverencia se advierte en sus páginas hacia nada o hacia nadie, y cuando ésta aparece lo hace con la misma sutileza con que lanza su sarcasmo, veladamente, como si no fuera un cumplido al igual que el insulto no parece tal. Como dice Durrell en el prefacio “… es irreverente, ingeniosa y, en parte, un poquito indecorosa;… en manos de Royidis el personaje de Juana se convierte en algo más que una marioneta satírica”. La novela, más allá de la versión que adopta del mito, le sirve de recurso para expresar su profundo conocimiento de la historia, para decir lo que piensa sobre sus coetáneos y predecesores, y para revelar sus ideas más íntimas sobre el ser humano y sobre la opinión que le merecen las organizaciones supuestamente filántropas que éste ha dado a luz. Escrita en un estilo maravillosamente fresco e imperecedero, divertido, incisivo, constituye una obra imprescindible que ocupará un lugar de honor en tu estantería...
miércoles, 14 de diciembre de 2016
La Papisa Juana. Autor: Emmanuel Royidis. Con sinopsis.
El autor griego del XIX, Enmanuel Royidis, con su novela La Papisa Juana, vivió la excomunión que él, como buen republicano, asumió con indiferencia y un cierto alivio, y la prohibición de su obra. De familia acomodada (aunque murió pobre), lo que le permitió viajar y adquirir un más que considerable bagaje cultural, de talante republicano, su obra está revestida de un tinte crítico muy explícito. Para la creación de esta novela reunió sus amplísimos conocimientos sobre la edad media y su maestría en el arte de usar la ironía y la sátira, arremetiendo con mordacidad elegante contra la iglesia católica y los artistas más famosos de su época. Poca reverencia se advierte en sus páginas hacia nada o hacia nadie, y cuando ésta aparece lo hace con la misma sutileza con que lanza su sarcasmo, veladamente, como si no fuera un cumplido al igual que el insulto no parece tal. Como dice Durrell en el prefacio “… es irreverente, ingeniosa y, en parte, un poquito indecorosa;… en manos de Royidis el personaje de Juana se convierte en algo más que una marioneta satírica”. La novela, más allá de la versión que adopta del mito, le sirve de recurso para expresar su profundo conocimiento de la historia, para decir lo que piensa sobre sus coetáneos y predecesores, y para revelar sus ideas más íntimas sobre el ser humano y sobre la opinión que le merecen las organizaciones supuestamente filántropas que éste ha dado a luz. Escrita en un estilo maravillosamente fresco e imperecedero, divertido, incisivo, constituye una obra imprescindible que ocupará un lugar de honor en tu estantería...
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